Presentamos un poema de la primera época de
Mario Luzi (1914-2005), encuadrada en la corriente del “hermetismo”. Se trata
de un movimiento poético italiano próximo a los preceptos de la denominada
“poesía pura”, impulsor de un estilo caracterizado por su fuerte carga
evocadora y una utilización deliberadamente oscura de la analogía. Asimismo,
son rasgos definitorios su elaborado trabajo de la forma y el cultivo de
imágenes de gran expresividad y belleza, a menudo de neta filiación onírica.
Nos encontramos, pues, con un material esquivo,
simbólico, difícil en su lengua originaria y, por supuesto, de ciertamente compleja
traducción: en nuestro caso hemos optado por suavizar algo su marcado carácter
antirretórico —cuya sintaxis lleva con frecuencia a prescindir de artículos— en
aras de una mayor calidez expresiva. Se mantiene, sin embargo —y en lo posible—
la dimensión y cadencia del verso, persiguiendo una deseable equivalencia de
estilo.
Tal vez menos conocido fuera de Italia que
los “nóbeles” Montale y Quasimodo, o que Ungaretti, Gato, Pavese o Campana, la
poesía de Luzi atesora una enorme calidad y riqueza. Por ello, agradezco
sobremanera a mi amigo Alberto Giachetti el habérmela dado a conocer,
elaborando a mi solicitud un primer borrador de traducción del poema que sigue,
cuyo resultado definitivo es fruto de una tarea, a la par, tan dificultosa como
reconfortante.
© De la traducción: Álvaro César Lara, 2019 - Todos los
derechos reservados
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