A finales de los 80 y
primera mitad de los 90 existía un espacio en Rtve, de unos quince minutos de
duración, titulado “El poeta en su voz”, donde figuras representativas de la
poesía española de entonces, tras una breve semblanza introductoria, leían
poemas suyos desde diversas localizaciones, comenzando acaso en un rincón o
paisaje pintoresco de su ciudad para concluir en el salón o despacho de su
propia casa. Creo recordar que el dedicado a Alberti fue el primero que vi, pero
también quedaron en mi memoria los de Luis García Montero, Valente, Gamoneda,
José María Álvarez, Claudio Rodríguez, Celaya, Gil de Biedma, Ángel Crespo, José
García Nieto, Luis Rosales... Aquel era, cómo no, un programa maltratado por
minoritario, emitido a menudo de tapadillo, con alevosos cambios en su hora de
emisión e inadvertidas omisiones, de las que algunos tratábamos de defendernos
programando el VHS. Actualmente se pueden localizar en la web algunos de aquellos
testimonios.
Esto viene a cuento porque nunca he acabado
de ver claro que la lectura de poemas por el propio autor sea la forma más
recomendable de transmitir su mensaje poético, del mismo modo que el dramaturgo
no acostumbra a subirse a las tablas para representar personajes de sus obras. Sin
embargo, me consta que a muchos poetas sí les satisface hacerlo y lo hacen
estupendamente: Hierro, por ejemplo, era uno de ellos, y creo que tal
preferencia, en su caso, no era ni mucho menos cuestión de ego.
A mí, como poeta, no suele proporcionarme un especial
placer escuchar poesía en la voz de sus creadores, salvo que —y ese aspecto es
crucial— conozca los poemas de antemano, y por ello me sorprende que haya
personas, incluso ajenas al mundo de la poesía, que me digan lo contrario, y
que me pidan “en frío” que les lea mis poemas... pero bueno, si están
dispuestos a tolerar mi voz no tengo inconveniente.
En fin, valga dicha mínima introducción como
preludio al siguiente vídeo selfie,
subido a Facebook con motivo del séptimo aniversario de la editorial Lastura.
En él leo un poema perteneciente a mi recién publicado “Curso de buceo” (Colección Alcalima, nº 165), y que lleva por título “Métodos estadísticos”.
© Álvaro César Lara, 2020 - Todos los derechos reservados
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